31 de mayo de 2016

Pico Niaño desde La Matosa



A un Km. de La Matosa hay sitio para aparcar varios coches y justo ahí (267 m.), a la derecha, comienza la senda que tomamos, coincidente, en principio, con la GR.105 (Ruta de las Peregrinaciones).
Aunque la idea era ascender también el Pico Torre (817 m.), motivo por el que nos acercamos a su base, finalmente desistimos al prever una larga ruta en total y observar, además, al frente amenaza de lluvia.
Por tramos, la marca del camino, nos desaparecía; en otros el barro nos invitaba a separarnos de lo que pudiera parecer el avance natural; y en algunos, foz del Reguero Foceyo por ejemplo, resultaba de cierta dificultad.
El número de ocasiones en las que hubimos de cruzar riegas y regatos con bastante agua pasaron de la docena. Los regodones con musgo ofrecían su riesgo, aunque a decir verdad nos libramos de descalzarnos, en todos los pasos, asumiéndolo.
A los cinco minutos de arrancar ya pasamos un puente de tablones a punto de la desintegración.
Desde la salida a la base del Torre habíamos subido con pendiente uniforme unos cuatrocientos metros. Al fondo, demasiado lejano en ese momento, destacaba entre nubes extremadamente negras para nuestro gusto, el Niaño. Parecía temerario interrumpir el avance, más o menos una hora, por subir el Torre, por lo que seguimos adelante, dejándolo de momento en “pendientes”.
A la altura del Collado Cerralín (686 m.) volvimos a conectar con el GR.105, (ruta de la que nos habíamos distanciado a la derecha un rato para acercarnos al Torre) aunque al poco nos separaríamos definitivamente de ella.
Por la Sierra de Pesquerín, hacia el sur, pasamos Collado de la Perra (759 m.), subimos por el Canto Macudes (882 m.) y avanzamos por el Collado Ovenes (865 m.).
Tras ascender la cota alta del Pico La Piedra (1.025 m.) subiendo por brezales que casi nos tapaban, acometemos el incómodo descenso hacia Collado El Diente, con brusca pendiente y piedra cuarcítica de gran tamaño.
Alcanzamos esta collada intermedia adornada con un enorme pedrusco y finalmente, con relativa facilidad, la cumbre rocosa del Cerro Niaño (1.074 m.) después. Allí mismo tomamos el tentempié y un merecido mínimo reposo para continuar después hacia el sur, por el lado opuesto al acceso, en dirección a la collada Niaño (873 m.).
El Cerro Oucedo (954 m.), justo enfrente en línea recta, nos abre el paso para crestear hasta la Peña Brava (970 m.)
Frente al Pico Los Ducaminos (1.044 m.) a la altura del Collado Andolléu (915 m.) comenzamos un descenso pendiente hasta el Reguero Foceyo, y, a continuación, a todo lo largo de su cauce, por una apretada garganta hacia el norte, hasta el coche.




Distancia: 16,5 km.
Desnivel acumulado de subida: 1.144 m. 
Dificultad: Media-Alta
Duración: 9 h 40



Lechetrezna, de La Matosa al pico Torre de Pesquerín

Arrancamos por la derecha

A los cinco minutos cruzábamos el primer puente sobre la Riega Los Braselines


De la Matosa en busca del Torre



En Casas Quemadas seguimos adelante en vez de subir al Torre

En el camino de La Matosa a El Cerralín y el Niañu.



Vieja cabaña, en el camino de La Matosa a El Cerralín y el Niañu

Collado Cerralín


Pico Torre
Acebo, en El Cerralín, camino del pico Niañu

Pico Pierzo, desde El Cerralín y el Niañu.


Al S

Vista atrás, al N, desde el Cdo. La Perra

En el Cdo. La Perra

Camino del Cdo. Ovenes

Desde Cerro Oucedo

Subiendo Cerro La Piedra

Camino del Niaño

En su cima






Descendiendo del Niaño por el sur
Arandaneras en flor

Flor de arándano

Subiendo a Cerro Oucedo

Vistazo atrás
En el Ceeo Oucedo

Aguilera (Aquilegia vulgaris)

Cresteamos hacia...
Peña Brava



Vistazo atrás, Peña Brava, Cerro Niaño y La Piedra


Bajada de Andolléu a Les Cuerries




Pasarela sobre el joven río Color, por La Cerezal.





Pico El Foyu, en la bajada de La Cerezal hacia La Matosa


Cruzando una y otra vez el Reguero Foceyo





Bajada de La Cerezal a La Matosa, por el valle del río Color

El nombre de Río Color es por algo
















Y cambiamos a pista



Peña Priede y La Xerra, desde la bajada de La Cerezal a La Matosa, por el valle del río Color.