5 de noviembre de 2015

Villanueva - Castañeo del Monte - Linares - Villanueva


La localidad de Villanueva se encuentra dividida por el cauce del Trubia y por el trazado de la senda del oso, ésta última atraviesa la capital de Santo Adriano cambiando de margen gracias al puente romano. Este estilizado y alto puente, cubierto por la maleza en buena medida, era el paso obligado al camino que bajaba desde Ventana. Tiene un arco ojival con 15 metros y medio de luz y alcanza 4 metros de anchura entre los petriles, siendo su perfil el que denominan los estudiosos de lomo de asno, y su cronología plenamente medieval y no romana. Villanueva se encuentra dividida en varios barrios Laponte, Tiyera, El Carmen, Pumarada, Villa Fondera, El Sabil y otros.
Pues precisamente lo más interesante de la ruta de hoy: Villanueva-Castañeo-Linares-Villanueva, desde el punto de vista cultural e histórico, es la parte de la circular que discurre entre Linares y Villanueva de Santo Adriano, ya que es lo que correspondería al antiguo Camino de Sueiro o Camín Real Francés.
Dejamos el coche en el centro del pueblo (plaza de Ángel Fernández), donde se ubican el edificio del Ayuntamiento y la capilla del Carmen. 
Arrancamos a caminar en dirección al puente con lluvia persistente e incómoda que, por cierto, no nos abandonaría a lo largo de prácticamente todo el día, encontrándonos de mano con la fuente y el lavadero de 1928. Una vez cruzado el puente medieval subimos por la derecha en dirección a Castañeo del Monte coincidiendo con la GR-101.1. Las cuestas no eran muy pronunciadas por lo que avanzábamos por la senda con suficiente agilidad dejando a nuestra derecha el valle de Proaza y la vista de la entrada a la garganta de Las Xanas. Hacemos caso omiso de dos bifurcaciones y en menos de hora y media pisábamos Castañeo.

Afortunadamente el bar de Castañeo del Monte se encontraba abierto y ello nos permitió reconfortarnos con un café por 15 minutos. Siguiendo la senda del GR 101.1 camino de Cuevallagar durante buena parte del trayecto intermedio llegaríamos en 70 minutos a Linares.

Uno de los tres vecinos que literalmente viven permanentemente en el pueblo y con el que amigablemente charlamos durante un buen rato nos indicó el acceso al sendero de bajada a Villanueva no sin antes advertirnos de las dificultades con las que nos toparíamos en el descenso: pendientes muy pronunciadas, camino embarrado por tramos, empedrado peligroso con las humedades producidas por la lluvia del día y anteriores, y la maleza que nos dificultaría el paso por algunos sitios ya que pretendíamos una a senda muy poco transitada en los últimos años.
Este cúmulo de adversidades convirtió un paso que hubiera podido ser interesante y atractivo en un tránsito con cierto riesgo, penoso, lento e incómodo realmente, y así pues, después de algo más de dos horas de trayecto específico, nos alegramos enormemente cuando de pronto nos tropezamos con la primera casa de Villanueva y la vuelta al coche. Dicho así resulta sencillo, pero nada más lejos de ello aunque sólo sea por la concentración obligada, la tensión por lo incierto de los apoyos, alguna culada que otra y el ir sufriendo conscientes de que pasa el tiempo y el avance se torna mínimo. Como “no podía ser de otra manera”, a última hora dejaba de llover.







Distancia: 11,4 km
Desnivel acumulado de subida: 768 m
Dificultad: Media
Duración: 5 h 10 m


Partimos de Villanueva

Su lavadero

Y su fuente de 1928

Puente medieval


La Forcada

La gargante de Las Xanas

Nos acercamos a Castañeo del Monte ...

... por lecho de hoja de castaño

La Mostayal...

... y El Aramo

Pasamos por Castañeo del Monte

La fuente de la plaza

El lavadero activo

Nos vamos alejando

Hacia Linares


Llegamos a Linares





Volvemos hacia Villanueva

El Grandamiana sobre Castañeo


De lejos Castañeo

Por el Camino de Cueiro



Llegamos al resbaladizo empedrado

Acercándonos a Villanueva


y pasamos de nuevo su puente medieval



En esta localidad de Villanueva, capital del concejo de Santo Adriano, finaliza el Camín de Cueiro a Villanueva de Santo Adriano o Camín Real Francés, histórica derivación del Camín Real de la Mesa hacia Oviedo. Villanueva presenta una morfología típica de los pueblos asentados en las vegas fluviales organizando sus caseríos en barrios dispuestos a lo largo de ambas orillas del río Trubia, que se comunican entre sí a través del hermoso puente medieval. Por la margen derecha discurría la antigua carretera a Ventana (hoy carretera de la red comarcal AS-228), mientras que por la izquierda desarrollaba parte de su trazado el antiguo ferrocarril minero que bajaba el mineral arrancado de las entrañas de la tierra en los concejos de Quirós y Teverga, y cuya caja fue aprovechada para habilitar una de las primeras sendas verdes de España en los años 80: La Senda del Oso.

Al otro lado de la carretera comarcal, a la salida del pueblo en dirección norte, continuaba el camino real hacia Oviedo por el valle de Valdolayés, lugar en el que se desarrolló en el 724, dos años después de Covadonga, la batalla homónima (citada en las fuentes altomedievales cómo Val de Olalíes) en la que el Rey Pelayo derrotaría a las huestes del gobernador árabe de Gijón Munuza, que perecería en el combate. La emboscada de los astures, que sin duda habían previsto la huída de Munuza y sus tropas por el Camín Real de la Mesa, da idea del carácter estratégico del lugar elegido y de la ruta de salida a la meseta.